La hoja de olivo cuenta con propiedades antinflamatorias. El té de olivo tiene un efecto vasodilatador lo cual evita la formación de coágulos y tiene muchos antioxidantes que te ayudarán a luchar contra los radicales libres.
Consumir periódicamente hojas de olivo como complemento en tratamientos de enfermedades originadas por virus o bacterias puede ser muy eficaz siempre y cuando se combinen con un tratamiento médico.
Es ideal para las personas que tienen las defensas bajas porque previene resfriados y virus, aleja parásitos y aumentan la función inmunológica.
Las hojas de olivo son uno de los mejores complementos para el tratamiento del colesterol elevado. Estamos ante un remedio natural que no tiene ninguna contraindicación. Tomando una infusión de hojas de olivo se puede nivelar el colesterol que tantas complicaciones conlleva en la población adulta.
Es importante mantener un control de la presión y en caso de tener síntomas de irregularidad, consultar a un especialista. Simultáneamente se pueden beber infusiones de hojas de olivo que contribuyen a mejorar los estados irregulares, protegiendo el corazón y la salud cardiovascular.
El extracto de hoja de olivo es excelente en casos de diabetes por reducir el azúcar en sangre y estimular en páncreas.